miércoles, 16 de noviembre de 2011

Que mejor padrino de inauguración de este blog que tú Sabines


Lento, amargo animal
que soy, que he sido,

amargo desde el nudo de polvo y agua y viento

que en la primera generación del hombre pedía a

          Dios.



Amargo como esos minerales amargos

que en las noches de exacta soledad

--maldita y arruinada soledad

sin uno mismo--

trepan a la garganta

y, costras de silencio,

asfixian, matan, resucitan.



Amargo como esa voz amarga

prenatal, presubstancial, que dijo

nuestra palabra, que anduvo nuestro camino,

que murió nuestra muerte,

y que en todo momento descubrimos.



Amargo desde dentro,

desde lo que no soy,

--mi piel como mi lengua--

desde el primer viviente,

anuncio y profecía.



Lento desde hace siglos,

remoto --nada hay detrás--,

lejano, lejos, desconocido.



Lento, amargo animal

que soy, que he sido.



Jaime Sabines Gutierrez

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